Jesús es lo suficientemente intrigante como una figura histórica, pero es mucho más que eso. Jesús el Mesías es la fuente de gracia y verdad, perdón y confrontación, poder, sabiduría y vida. No es de sorprenderse que el apóstol Pablo dijera: «Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte. Así espero alcanzar la resurrección de entre los muertos» (Filipenses 3.10-11).
Conocer a Cristo es un conjunto de lecturas devocionales que pone el foco en la razón por la que Cristo vino y qué logró para la humanidad mediante Su muerte sacrificial y resurrección triunfal.